Documento aprobado por la Asamblea Nacional de FUCVAM, reunida en la ciudad de Paysandú durante los días 13-14/11/99
El Movimiento Cooperativo de Vivienda por Ayuda Mutua surge de las entrañas mismas de la clase trabajadora para resolver la problemática de la vivienda, y a partir de esa necesidad concreta fue gestando barrios que reivindican una vida digna y decorosa para sus habitantes. El cooperativismo de vivienda, en sus orígenes, estuvo ligado de manera indisoluble al Movimiento Sindical uruguayo y, a partir de allí, tomó una serie de definiciones estratégicas de carácter totalmente clasista. Esta visión globalizadora como clase, le permitió abarcar un conjunto de demandas que apuntan a una definición integral de la propuesta. El cooperativismo no se agota en la vivienda, sino que a partir de ese presupuesto clasista, engloba todas las necesidades en tanto clase y no como sector parcializado de la sociedad.
Esta situación también explica su carácter altamente gremial: desde su fundación, la Federación tuvo una concepción gremial de su accionar, no limitándose a la simple construcción de viviendas o las demandas de los créditos, sino que, casi instantáneamente a su surgimiento, aparece la propuesta de coordinación, de articulación de esfuerzos y de trabajo en conjunto.
Esta mirada globalizadora ha permitido desarrollar al Movimiento una visión del mundo casi integral, más allá de las distintas apreciaciones de orden particular, de orden subjetivo, en definitiva distintas concepciones plurales que conviven al interior del Movimiento Cooperativo.
Es un proyecto auténticamente Nacional, no conociéndose hasta el momento similares a nivel internacional. Existen una serie de identidades en el Movimiento Cooperativo que lo hacen distinguible de cualquier otro: por mencionar dos aspectos; la Ayuda Mutua y la Autogestión.
La Ayuda Mutua es una característica absolutamente original en el desarrollo del Movimiento Cooperativo. A medida que han pasado los años, la Ayuda Mutua se ha enriquecido por diferentes aportes y se ha ido definiendo una forma, no sólo de contribuir de manera económica a la construcción de la vivienda, sino de contribuir en el diseño y en la participación creativa de los futuros beneficiarios de la cooperativa en la construcción de un modelo social alternativo. La Ayuda Mutua prefigura la convivencia, define lo que es un proceso integrador y concientizador de la masa social.
La Autogestión, por otra parte, implica la asunción de responsabilidades por parte de los asociados en los distintos procesos de toma de decisión. Vistas en el contexto internacional, la Ayuda Mutua, así concebida, y la Autogestión, son elementos que no tienen parangones en ningún otro tipo de Movimiento. A lo sumo, la Ayuda Mutua muchas veces se concebía como “mano de obra barata” y la Autogestión como una tímida participación en la toma de decisiones.