La Federación culminó el Mes de los y las sin Techo con la publicación que detalla la tipología, historia y familias de 300 cooperativas. Las autoridades presentes destacaron el impacto social y urbanístico del movimiento.
Foto: Gustavo Castagnello
Con fotografías, descripciones de tipología, cantidad de familias y fecha de origen, FUCVAM finalizó el Mes de Los y Las sin Techo al presentar la primera Guía de cooperativas habitadas en Montevideo.
“Esta guía es más que una guía, es el logro físico de la vivienda en más de 300 cooperativas montevideanas, donde se acuñan los sueños de miles de familias que creyeron en este movimiento y siguen apostando por la construcción de vivienda digna para un sector de la población que no suele acceder a un hogar”, comenzó el Presidente de FUCVAM, Enrique Cal.
Para el Presidente, la concreción de la guía representa una “constatación” de que la Federación ha “dotado a la ciudad de Montevideo con un movimiento de matiz diferente” y demuestra que el cooperativismo de vivienda por ayuda mutua, no solo ha “brindado una vivienda digna para los compañeros y compañeras”, sino que ha forjado un “paisaje urbano, dotándolo de servicios en cada territorio”.
En este sentido, Cal agradeció al actual Senador y exSecretario General de FUCVAM, Gustavo González, por impulsar la idea durante sus funciones; al fotógrafo de la Federación, Gustavo Castagnello, por su trabajo con las cooperativas y, a los y las cooperativistas que “abrieron sus puertas para que esto suceda, además de sostener el modelo día a día”.
“Esta guía es más que una guía, es la referencia de que todos tenemos un rol, desde los militantes, hasta la Academia, para los hacedores de las políticas públicas”, concedió el Presidente de FUCVAM.
A su turno, la Directora de Tierras y Hábitat de la Intendencia de Montevideo (IM), Alicia Rubini, destacó la claridad y la rigurosidad de la guía, principalmente por el artículo sobre problemáticas de vivienda y ciudad de Álvaro Moreno, donde el arquitecto destacó la “dimensión social, comunitaria del territorialismo y la urbanidad que generan las cooperativas”.
“La guía nos muestra un modelo alternativo de construcción de ciudades, desde los grandes conjuntos de las décadas de los 70´ al 80´ con toda la construcción de grandes complejos habitacionales, hasta las cooperativas que pertenecen a los planes pilotos de las áreas centrales”, resumió Rubini.
En ese sentido, la Directora de Tierras y Hábitat de la IM destacó una “tercera dimensión” que se contempla en la guía: la constitución de una “política de acceso al suelo urbano”. “Me gustaría detenerme en esta cuestión, porque tiene que ver con lo que hacemos desde la Intendencia mientras visualizamos un proceso de intensificación de segregación urbana, donde cada vez nos apartamos de una ciudad, cada vez más extensa, y en las últimas décadas hemos podido atender estratos sociales alejados geográficamente, atendiendo a nivel social los barrios y pensando en políticas anti segregativas”, señaló Rubini.
Para la Directora de Tierras, la Cartera de Tierras de la Intendencia ha sido desde 1990 un hito importante para llevar a cabo políticas de suelo que respondan a las necesidades de ciudad de las diferentes personas que integran el movimiento. A modo de ejemplo, enumeró el caso de las cooperativas en Ciudad Vieja y en Barrio Sur.
“En los últimos períodos hubo, desde la Intendencia con la Federación, esfuerzo y compromiso por ceder tierras en áreas centrales”, indicó Rubini para luego mencionar que el cooperativismo aporta “en la construcción de ciudadanía, en la cohesión social y en la construcción de comunidades donde, en períodos críticos como la Dictadura o la Pandemia, han sido redes de apoyo y resistencia”.
Otro elemento que la Directora de Tierras consideró importante destacar fue que el “aporte de la guía” es demostrar el camino recorrido del movimiento por ayuda mutua y sirve para reforzar este logro de lucha “con un impacto cuantitativo y cualitativo sobre la ciudad con una cultura colectiva”.
Por su parte, la Directora de Planificación de la IM, María José Iglesias, sostuvo que es una gran alegría ver el libro finalmente impreso y lo consideró una “parte importante de la historia de nuestro Montevideo”.
“La guía muestra no solo las obras, sino los locales, los patios, las plazas y las comunidades que han dado vida día a día a la ciudad”, destacó Iglesias para luego considerar que “por más de cinco décadas la Federación ha sido protagonista de la ciudad, mostrando que cuando las familias se organizan con solidaridad, pueden resolver el acceso a la vivienda y, al mismo tiempo, construir comunidad”.
En este sentido, la Directora de Planificación consideró que el movimiento por ayuda mutua no solo es “un sistema de construcción”, sino que representa “un modo de vida en el que se garantiza a miles de personas que, con resistencia y esperanza, habitan un entorno y lo integran”.
“Esta guía que se presenta hoy refleja la fuerza de las cooperativas, el valor de construir y de planificar ciudad. Nosotros, desde Planificación, compartimos plenamente este espíritu y pretendemos darle continuidad todos estos años para formar una ciudad diversa, sostenible e integrada”.
El Arquitecto y coordinador de la Guía, Álvaro Moreno, agradeció a la Federación por darle la oportunidad de coordinar la publicación. Al mismo tiempo, agradeció a los y las funcionarias de la Federación por “hacer un trabajo invisible” como el de “sistematizar y recopilar la información que hoy nos permite tener datos sobre cosas concretas”.
En este sentido, Moreno sostuvo que, pese a que hoy la sociedad está “acostumbrada a las narrativas y relatos” sobre “la vivienda” desde una perspectiva mercantil, el lograr recopilar la información sobre la Federación y sistematizarla demuestra la posibilidad de una alternativa.
“Podemos ver cuántas viviendas se han construido, cuántas familias logran hacerse una vivienda con el aporte colectivo, donde la realidad es muy homogénea, con casos distintos, y la guía los recoge a todos, desde las cooperativas de reciclaje hasta las cooperativas en altura”, destacó el coordinador y Arquitecto.
A su turno, el Senador Gustavo González remarcó que la confección de la guía debería trasladarse a las cooperativas del interior del país. “Recuerdo que fuimos a hablar junto a Laura Schenzer con Luis Oreggoni de la Intendencia de Montevideo, y tuvimos la idea de realizar una guía como una que realizó la Facultad de Arquitectura, sobre la cantidad de edificios, con fotos, y la historia de edificios en la ciudad”, comentó González.
En este sentido, el exSecretario General de FUCVAM definió a la Guía de cooperativas habitadas en Montevideo como “un elemento clave y un instrumento político”, donde también se destaca la lucha por tierras que la Federación inició en 1989 y que culminó en la concreción de una Cartera de Tierras en Montevideo.
“Nuestra guía muestra cómo fuimos permeando la ciudad de cooperativismo junto a la Intendencia de Montevideo. Hay aprendizajes en nuestro camino, porque mientras luchábamos por tierras en 1970, hoy el movimiento piensa en poder acceder a tierras céntricas para la clase trabajadora”, indicó González.
Por último, y para cerrar la mesa, disertó Horacio Pérez, Presidente del Centro Cooperativista Uruguayo (CCU). “Creo que vale la pena plantearlo: más allá de lo cuantitativo, de la cantidad, de lo creativo, la guía nos presenta una dimensión de la construcción de vivienda por ayuda mutua a la ciudad, al urbanismo y el hábitat”, destacó Pérez.
Al mismo tiempo, destacó el trabajo de los cooperativistas y técnicos que, desde “un punto de vista colectivo”, han podido desarrollar viviendas. Desde lo colectivo, según Pérez y con una trayectoria de más de 50 años de construcción, FUCVAM ha podido crear y potenciar un modelo que hoy se puede ver en las ilustraciones de la guía. “La guía repasa desde los grandes complejos de vivienda, cuando se generaba barrio, comunidad, servicios, clínicas, cooperativas abiertas y saludables que daban paso de convivencia, aportando desde lo urbano a la vida”, sostuvo el Presidente del CCU.
Hoy las cooperativas generan, para Pérez, “nuevas dignidades, derecho a la ciudad y a comprender el espacio, reclamando el centro de la ciudad y desarrollando herramientas como la Cartera de Tierras”.
“Entonces, me parece que, a lo largo de los años, el cooperativismo ha ido adaptándose y ha ido generando estrategias para dar solución y una respuesta a las necesidades y al cambio de ideas”, concluyó.



