Durante la presentación de la cuarta edición del libro sobre el estudio de la riqueza, “Los de arriba”, tanto el Presidente de FUCVAM, Enrique Cal, como el coordinador de la edición, Juan Geymonat, y la economista y comentarista, Andrea Vigorito, coincidieron en que para combatir la desigualdad se necesita que las clases más pudientes aporten lo suyo.
Foto: Gustavo Castagnello
“Hay montañas de libros, de estudios y de distintos ensayos, pero nos falta conocer más sobre la riqueza y su acumulación; también sobre las razones por las que existe una gran acumulación de dinero en algunos sectores y en otros la mayoría es pobre”, comenzó el Presidente de nuestra Federación, Enrique Cal.
De esta manera, se presentó la cuarta edición de “Los de arriba”, un estudio sobre la riqueza realizado por varios académicos de la Universidad de la República, que aborda diferentes profesiones y perspectivas para analizar desde cómo funciona la herencia en el país hasta cómo se ha extranjerizado nuestro sistema financiero.
Con el objetivo puesto en averiguar “cómo vive esta élite económica del país”, según Cal, FUCVAM decidió publicar nuevamente el libro “Los de arriba” para dejar a disposición una bibliografía “a la que hay que darle difusión y publicidad, ya que es un gran espaldarazo para las organizaciones sociales tener elementos e incorporarlos en nuestros debates cotidianos, en las asambleas, en las cooperativas”.
Para el Presidente de la Federación, “este contexto político” en el que se apunta a que el Parlamento debata “seriamente un impuesto a la riqueza”, tras la propuesta realizada por la central sindical de cobrar un 1 % de impuestos al 1 % más rico de la sociedad, también está permeado por un consenso internacional en el que se ha puesto esta clase de discusión sobre el tapete, tras el aumento exponencial de la pobreza.
“Hasta algunos analistas económicos de la ONU están planteando un 2 % de aumento de impuestos para la megarriqueza del mundo para combatir así la pobreza y el hambre de las infancias a nivel mundial”, subrayó Cal. Al mismo tiempo, aprovechó la ocasión para traer a colación la propuesta realizada por la Federación de aumentar el Impuesto al Patrimonio en un 0.25 % para “generar recursos genuinos para el Fondo Nacional de Vivienda”. Con respecto al “espíritu” de esta clase de propuestas, que surgen del movimiento sindical y social organizado, sostuvo que no hay “contradicciones”, sino simplemente la búsqueda de recursos para “combatir la pobreza infantil”.
“Afirmamos tajantemente que hacemos nuestra la propuesta del PIT-CNT, del 1 % del impuesto para el 1 % más rico de la población, porque de esa manera las políticas sociales de nuestro país van a tener un reforzamiento que no va a depender solamente de la asignación presupuestaria”, subrayó nuestro Presidente.
El contenido de “Los de arriba”: ¿Quiénes son los ricos?
Al iniciar su oratoria, el Magíster en Historia Económica, Juan Geymonat, agradeció a la Federación por asegurar la publicación de un libro “que tiene un poco de nuestra identidad y que trae consigo el poder discutir fuera de los muros de la Universidad de la República, de donde venimos la mayoría de los que escribimos el libro”.
“Hoy estamos en un contexto más diferente, social y político, que en la primera edición de “Los de arriba”. Ahora la idea fuerza está instalada; tenemos que discutir cómo gravar, cómo diseñar o pensar un sistema tributario que caiga sobre las personas que más ingresos tienen, porque la riqueza y los patrimonios se concentran”, señaló Geymonat.
En este sentido, el Magíster en Historia Económica indicó que si bien existe una “idea dominante” que atraviesa “varios sectores políticos y a las personas que concentran riqueza” de que si se impone un tributo, este puede tener efectos “adversos para el conjunto de la economía”, tanto los autores como él mismo consideran que “tenemos que debatirlo y agregar elementos que son fáciles de comprender”.
“Nosotros no somos ningunos extraterrestres, al contrario. Como en todo el mundo este tipo de cosas se debaten, el problema de la desigualdad ha estado en agenda, tanto académica como política, porque la extrema concentración de riqueza es un problema”, coincidió Geymonat con Cal. Al mismo tiempo, el Magíster en Historia Económica sostuvo que si bien existe un relato extendido de que la desigualdad se debe a que “no crecemos lo suficiente”, el crecimiento —“multiplicando nuestras capacidades de producción de bienes y servicios”— no asegura que el nivel de pobreza vaya a descender.
“El problema es que existen muchos estudios que han demostrado que el crecimiento económico no trae consigo sí o sí dinero que se derrama a las clases medias pudientes; al contrario, lo que han demostrado es que gran parte de ese crecimiento se concentra, tanto así que existe una población, ese 1 %, que a escala mundial concentra casi lo mismo que las clases más vulnerables”, indicó.
Con respecto a esta “concentración”, según Geymonat, hay debates vinculados a “dónde se ubican”, porque esta clase, la más pudiente en términos económicos, también puede concentrar “mucho poder fáctico”, tratándose de un grupo “muy pequeño de personas” y que esto lleva a reflexionar sobre términos de “democracia y convivencia global”.
“Tenemos una élite superpoderosa con un poder de decisión y de veto gigantesco, incluso más grande que muchos Estados, y eso claramente puede ser un problema”, subrayó el coordinador de “Los de arriba”. En este sentido, señaló que para saber con exactitud cuál es la magnitud de la “desigualdad” hay que estudiar no solo a los “de abajo”, sino intentar enfocarse en las clases más pudientes.
“Todos, todas las autoras y autores de este libro nos hemos preocupado por ese problema. Hemos tenido que trabajar muchos datos, acercarnos a fuentes diversas y, sobre todo, dedicar mucho tiempo para conseguir un dato muy concreto que quizá dice poco, o para el que dice mucho, se lo dirán y lo ignoran, pero lleva mucho tiempo, por lo engorroso que es”, sostuvo Geymonat.
¿Cuánta desigualdad toleramos?
Por su parte la Economista y experta en desigualdad, Andrea Vigorito celebró la reedición sobre “Los de Arriba” por tratarse de una “temática que si bien es atractiva es muy árida” y por tratarse de una edición “muy oportuna”, ya que actualmente el país debate si instalar un 1% de impuesto a la clase más pudiente.
Vigorito coincidió con Geymonat, sobre la “discusión” diversa que instalaba el libro “en el que se refuerza la idea muy interesante de quienes lo organizaron, de que para pensar la desigualdad hay que pensarlo desde distintos abordajes y perspectivas, que son complejas, pero dialogan entre sí”.
En este sentido, la Economista aseguró que la superación de la desigualdad y la pobreza no puede basarse en una “sola medida”. Sostuvo que la discusión sobre el impuesto a las grandes fortunas, es bienvenida “pero por sí misma no solucionará los problemas de pobreza infantil o desigualdad”. Aunque, según enfatizó, marca una “orientación del camino a seguir”.
“Requerimos una reforma tributaria mucho más profunda que incluya el impuesto a la renta y a las herencias”, aseguró Vigorito para luego subrayar que el impuesto a la herencia fue derogado durante la Dictadura y nunca se restituyó. Esta faltante tributaria es para la Economista una señal de desigualdad.
Según Vigorito, el combate a la pobreza y la discusión política que ella desprende está marcada por “un vaciamiento total de su contenido”. Para la Economista la pobreza infantil suele desconectarse de las “condiciones de vida de los hogares” y de la “desigualdad”. En este sentido, destacó la publicación del libro de “Los de Arriba” como un mojón para demostrar “lo que estamos dispuestos a hacer para que eso cambie”.
Para finalizar, la Economista realizó una breve reseña sobre los aportes que realiza la publicación. Señaló que el artículo del Economista, Mauricio Da Rosa, introdujo “que es la desigualdad económica y hasta donde abarca”, destacó el artículo de Evelyn Nazarra sobre la riqueza y la herencia, “donde se concentra aún más la riqueza”, sostuvo que el artículo de Jorge Notaro menciona la desigualdad de la propiedad capital comparándola con el trabajo, en la que la participación laboral en el producto solo se recupera en crisis, pero no mejora.
Vigorito destacó el enfoque “integral del libro” cuya función fue conjuntar enfoques sobre tributación, herencia, clases sociales, territorio, elites y poder económico “que rara vez se analizan juntos”, pero señaló nuevamente que no existe una sola forma de resolver el problema de la desigualdad.



